El apalpador es una herramienta de medición que se utiliza para determinar la rugosidad o textura superficial de una pieza o material. Consiste en una sonda o palpador que se desplaza sobre la superficie, registrando las irregularidades y proporcionando un valor numérico que indica la rugosidad.
El apalpador se compone principalmente de dos partes: una sonda o palpador y un equipo de lectura. La sonda es la encargada de entrar en contacto con la superficie a medir y está compuesta por un pequeño punzón o bola que se desplaza sobre la pieza. Por otro lado, el equipo de lectura es el responsable de registrar las irregularidades y mostrar los resultados.
Existen varios tipos de apalpadores, que se diferencian principalmente por la forma de la sonda y el método utilizado para medir la rugosidad. Algunos de los tipos más comunes son el apalpador de contacto, que mide la altura de los picos y valles de la superficie, y el apalpador láser, que utiliza un haz láser para medir la distancia entre la sonda y la superficie.
La rugosidad medida por el apalpador se expresa en unidades de micras (µm) o pulgadas (in). Cuanto mayor sea el valor medido, mayor será la rugosidad de la superficie. Esta información es útil en diversos campos, como la industria manufacturera, la metalurgia, la ingeniería mecánica y la investigación científica, ya que permite evaluar la calidad y la precisión de una pieza o material.
En resumen, el apalpador es una herramienta de medición utilizada para determinar la rugosidad de una superficie. Proporciona información sobre las irregularidades de una pieza o material, siendo útil en diversos campos de aplicación.
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